Promoción de la mujer tanto en Lorena como en China.
Joven sacerdote, manifiesta predilección por las misionesrurales en las aldeas y caseríos más abandonados en donde reinan la miseria material, la ignorancia, la marginalizaciónsocial de las niñas y dela mujer.Al constatar la miseria,Juan Martín concibe el proyecto de fundar escuelas para remediar esta dolorosa e injusta situación.Durante ocho años madura el proyecto en la oración y en la fe en la Providencia.Contrariamente al criterio propio de su tiempo, Juan Martín Moyë, cuando va a iniciar su proyecto no quiere contar con el apoyo de los hombres sensatos, instruidos, piadosos que,con seguridad,habría en la parroquia. Él, al igual que Cristo,quiere confiar en la mujer, devolverle su dignidad, darle supuesto en el mundo.
En Lorena,cuando siente el impulso del Espíritu avizorando la hora de emprender tan anhelado proyecto,quiere contar con una mujer “Margarita Lecomte” que tenía diecisiete años de edad cuando el Padre Moyë comenzó sus funciones de coadjutor en la parroquia de San Víctor. Era obrera de un taller. Como la mayoría de las chicas de esa época, había sid o criada en la mayor ignorancia, pero tenía un espíritu de servicio impresionante. Luego en el camino Juan Martín Moyë se encuentra con otras (La Srta. Fresne, que prestó su casa para que se formaran las primeras maestras, además fue consejera de Juan Martín; María Morel,quien, a pesar de su edad (60 años) acompañó efectivamente en la formación de lasprimeras Hermanas)que fueron una bendición y un seguro apoyo en su obra que era laobra de Dios.
En China a su llegada,Juan Martín Moyë comprende muy pronto que, sin la mujer, la Iglesia de Chinaprogresaría difícilmente. Reconoce y aprecia su fuerza de
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